En las próximas instancias electorales los partidos deberán mostrar lo mejor de si para conquistar al electorado que elección tras elección decide el rumbo del país. No son los dirigentes ni las militancias los que eligen los gobiernos. El mejor equipo, el que llega mejor a esas metas es el que seguramente haya sacado mejor rédito de su performance interna y el favor de la gente los haya acompañado.
Inconcientemente el proceso electoral ya ha comenzado y es de suma importancia que se trabaje desde ahora con un profundo sentimiento de unidad partidaria. No estamos frente a una interna aislada sino que se trata de un proceso abierto por el cual el electorado puede entrar y salir de las filas de un partido sin ningun trámite previo. Las elecciones se ganan entonces con buenos programas de gobierno, con sensates, conciencia civica y grado necesario de confianza que el o los candidatos deben infundir en las personas, y quizá éste sea el ingrediente fundamental. Así es como se repiten las situaciones por las cuales luego de llegar al gobierno, algunos partidos no cumplen con lo prometido, o no trasmitieron toda sus verdades y a sabiendas la gente igualmente vota por confianza.
En 2004 la gente, buena parte del electorado uruguayo perdió la confianza en la dirigencia tradicional del Partido Colorado. Hoy las encuentas ubican al partido colorado en el mismo magro guarismo de entonces. Este mismo Partido Colorado no ha definido aún su oferta electoral, pero ya tiene la obligación, el deber moral para quienes como militantes o dirigentes del partido hemos estado comprometidos siempre con nuestra historia con nuestro presente y futuro de generar nuevos vínculos basados en la confianza con la ciudadanía en general. Quienes hoy por voto popular dirigen los destinos de nuestro Partido Colorado deben bregar por la unidad partidaria, promover la puja interna tan necesaria si, favorecer el surgimiento de nuevas figuras tan necesarias, impulsar los acuerdos necesarios entre los diferentes sectores, convocar a la fraternidad entre los colorados, y todo lo que sea necesario para recrear un Partido Colorado con plena vigencia. Todos los esfuerzos que se realicen en post de la unidad partidaria no han de ser mínimos pero serán suficientes.-
Vamos entonces a hecharle una mano al Partido de Rivera, de Batlle y Ordoñez, de Arena, de Brum, de Tomas Berreta, de Luis Batlle y al Partido que hemos construído desde abajo todos los que siempre hemos estado comprometidos, en un lado o en otro. Hay una generación que quiere entrar sin soberbia, pero segura de sus responsabilidades, no es para levantar el dedo acusador, si para construir un futuro que es presente, no es para mirar para atras y culpar a los viejos dirigentes de nada, porque para allí también miramos cuando queremos tomar las cosas buenas que se hicieron en el Uruguay en los primeros 20 años de democracia. Es pensar en el Uruguay que crece en inserción en el mundo del siglo XXI, y en el cual debemos convocar a todos sin exclusiones.
Pasemos raya entonces y construyamos con alegría el futuro que se nos viene. Si ganamos en la interna, el Partido Colorado será una fuente de ideas imparable, si perdemos también los será. Por eso convocamos hoy a la unidad necesaria para coronar ese proceso con éxito, de manera dinámica. Eso será suficiente.
